martes, noviembre 29, 2005

F.A. Hayek

"Si pretendemos el triunfo en la gran contienda ideológica de esta época, es preciso, sobre todo, que nos percatemos exactamente de cual es nuestro credo".

Hoy grito yo...

Últimamente el salto de pértiga ha pasado a ser noticia y -simultáneamente- deporte de supervivencia. Por un “vaya usté a saber por qué” artimaña del azar sociopolítico, ciertos saltos desde el trampolín de la pobreza se han convertido en una atractiva algarabía mediática. Antes era sólo un murmullo que los esquivos oídos occidentales no querían oír. Desde hace unos meses no se escucha otra cosa.

Hasta que esas piltrafas humanas -negras, enganchadas en espinos- han despertado nuestras conciencias, no hemos llorado en nuestras butacas. Han tenido que pasar años de desidia oficial y oscurantismo para que nos diésemos cuenta del furor de sus sueños, de lo desgarrador de la vida en esos países y de los deseos de vida del Sur, que efectivamente, también existe. A ese mismo territorio nos quisieron confinar, hasta hace bien poco, nuestros queridos hermanos europeos.

Parece mentira que la última frontera que separa a esos seres humanos de sus quimeras sea de fiero y lacerante acero. Que nuestras almas no hayan dado nunca un brinco con los gritos y desgarros de su carne. Al menos, con ese molesto aullido de piedad, nuestras conciencias dejaron –tan sólo por una vez- de bostezar en los telediarios.

A los africanos no sólo les estamos arrancando a pedazos la piel con nuestros alambres de espinos, los mismos que delimitan los movimientos del ganado; les estamos cercando algo aún más importante: sus sueños.

Y es que en este latifundio de la opulencia mal entendida, tan sólo los que no morimos de hambre tenemos derecho a soñar con un mundo mejor.

Madrid, 29 de noviembre de 2005

sábado, noviembre 26, 2005

Octavio Paz

"Erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje".

viernes, noviembre 25, 2005

Felicidades Pablo

LOS HILOS IMPOSIBLES Esta noche repaso la caja de los hilos. El día me ha dejado en su interior bobinas de memoria y una foto guardada de Marilyn con medias de rejilla. Son los hilos de un día enhebrado en amores imposibles, sitios imaginarios por donde merodea la aguja de las letras y deja más decentes esos huecos que el tiempo no ha sabido rellenar con su paso. Todo debe quedar igual que lo encontré, el morado, el naranja, el dedal, los imperdibles. Y Marilyn con medias de rejilla me ve desde su foto y sospecha que no he de conseguirlo. No me llegan los hilos para hacer un remiendo en su falda de tablas esta noche. Pablo Martín Coble.

lunes, noviembre 21, 2005

PRESENTE

A Paula Bersabé

“El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí

porque se nos escapa el presente”. Gustave Flaubert.

¿Es posible que no te haya

visto pasar, joven hermano,

embelesado como estaba

en los trayectos de tu reino?

Me apoyé en tu espina dorsal

pero tu resbalada espalda

y tu látigo cadencioso

destrozaron mi frente al caer.

“Quien codicie luz del mañana

ha de acorralar los fantasmas

de su inquebrantable pasado”...

Yo los tapié -los amurallé-

con viejos mármoles de dolor.

Y paseaste a mi lado

como un viajero jocoso.

Fuiste después al encuentro

de otras deliciosas carroñas

iluminando sus dominios,

como un demonio disperso.

Quizá fuese entonces cuando

hubiera sabido encontrar el

lugar verdadero en que habitas.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 21 de noviembre de 2005

domingo, noviembre 20, 2005

A mi madre, desde sus ojos

Pobre soy, como hilo de agua sobre una acequia. Hasta mis dolores los he perdido. Pero tengo el alma llena de risas, de besos puros, de tus pisadas, mis sábanas de diario.

© Bernardo Bersabé

Angel González. Muerte en el olvido. (para mi madre, en su dia) Powered by Castpost

sábado, noviembre 19, 2005

Cubículo

A mis amigos tertulianos.
...aquel día dejamos de lado la relojería de las palabras para entrar sin rubor en el tugurio de los corazones sentados y los ojos sin luz. Nos dimos a beber los verbos, compartiendo emociones y acostumbrándonos a la cercanía de nuestras pieles, tan distantes hasta ese momento en que -tumbados en un suelo parcelado- dimos rienda a nuestra imaginación.

Respetábamos entonces los límites imprecisos de toda frontera: esa línea cercada entre lo imposible, lo anhelado y lo evidente. A partir de ese instante comenzamos a vulnerarla con respeto de amantes cumplidores en su lujurioso afán semanal.

Quienes escribimos somos dueños de un limitado mundo propio al que damos vueltas. Somos habitantes de una casa solariega en la que de vez en cuando se produce el desprendimiento de un tabique, se celebra un banquete de bodas en el jardín o ciertas goteras comienzan a hacerse visibles para las visitas.

Las causas por las que alguien decide cambiar ese domicilio son tan indescifrables como el camino del éxito, esa ramera con poco trabajo que abre o cierra sus piernas a capricho y no precisamente cuando el fuego del cuerpo precisa de sus servicios.

Madrid, 18 de noviembre de 2005 (en preparación)

jueves, noviembre 17, 2005

Números tristes

“Los números en el escenario son tristes, deslucidos, muy remotos, muy falsos, sonantes a hueco. En los números en el escenario se nos escamotea un poco bastante el espectáculo. Los números en el escenario nos contrarían, nos ponen tristes, parecen realizarse en una casa deshabitada, destartalada y entarimada, en el que el vacío y la soledad desaíran al artista. Asomarse a los números en el escenario, es ir del aire libre a la barraca estrecha y sórdida."
“El circo" Ramón Gómez de la Serna

El silencio es la más fuerte y decidida de las voces posibles, salvo cuando se engendra en la soberbia.

Allí sólo resulta un mísero temor acurrucado detrás de un par de ojos vacilantes.

© Bernardo Bersabé

Boadilla del Monte, 21 de diciembre de 2003

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martes, noviembre 15, 2005

Palabras dormidas

Palabras dormidas

que –roto el pacto del silencio-

estáis nutridas de otras formas

de mirar las cosas y abrís,

con vuestro significado enterrado,

mudos cerrojos.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 12 de octubre de 2005

lunes, noviembre 14, 2005

Un castillo confortable

"Quienes nos dedicamos a la escritura somos sospechosos de dedicarnos a lo que queremos, pues suele identificarse la actividad literaria con un acto libérrimo de la voluntad, y puede que sea así, al menos en parte, porque estaría por ver hasta qué punto esa libre voluntad no se corresponde con una ínfima y secretísima esclavitud: la necesidad de edificar un castillo confortable en el que poder hospedar a ese fantasma que es uno mismo ante sí mismo cuando se queda a solas con sus fantasmagorías.

Y en eso estamos".

Felipe Benítez Reyes

viernes, noviembre 11, 2005

La minuciosa lentitud de los libros

"..decidimos ser libres para romper con una idea litúrgica del tiempo, definida por los ritmos cíclicos o por las verdades estancadas, y nos encontramos ahora, en la última estación de la carrera de nuestra modernidad, hablando del final de la historia, de sistemas perfectos y órdenes que parecen estar por encima de nuestra voluntad. ¿No parece hoy ridícula la idea de que el mundo puede ser transformado ? Ideamos artilugios para viajar más rápido, para agilizar el trabajo de las oficinas y aligerar mecánicamente las labores domésticas. Hemos acortado el diezmo de las obligaciones y ensanchado los años previsibles de la vida. Sin embargo es muy difícil encontrar hoy un desocupado entre nosotros. Los sabios apenas conocen la productiva pereza del retiro espiritual, asalariados en el tajo de los cursos de o verano y las universidades paralelas que derrochan el dinero que falta en las universidades estables. Los cargos públicos han perdido la envidiable grandeza de la ociosidad que antiguamente los definía; y si lo pensaran bien, dejando a un lado el prurito de mandar y figurar, se darían cuenta de que su calidad de vida es ínfima, de que hay personas que viven cultivando su jardín mucho mejor que ellos despachos, en sus reuniones, en sus inauguraciones. Con esto no quiero decir que los políticos sean hoy unos servidores abnegados del pueblo, porque tal y como está la política es imposible que llegue a mandar nadie que tenga sólo voluntad de servir. Por voluntad de servir no devora uno a sus propios compañeros, no se conspira internamente en los partidos, no se batalla en la elaboración de listas electorales. Por voluntad de servir no confunde uno las ideas políticas con un puesto permanente de trabajo. No, lo que quiero decir es que los políticos son siervos de su propia mentira y tienen una idea errónea de lo que significa ser felices. Por ejemplo, todos viven bastante peor que yo. Sé que nadie me envidia, pero tampoco necesito la envidia ajena para vivir ".
¿Por qué no sirve para nada la poesía?. Luis García Montero. 1992

Tenías dulce la pupila al mirarme,

de tu afilada boca brotaban palomas.

Mi mano fría tentaba en la niebla

y apareció tu lámpara encendida,

aquella tarde inmensa.

© Bernardo Bersabé

Salou, 26 de septiembre de 2005

Jean-Paul Sartre

"El mundo podria muy bien existir sin la literatura, e incluso mejor sin el hombre"

Parecía tu voz

Parecía tu voz

más desnuda aún,

porque la noche es

-como el vacío-

un resplandor oscuro

en medio de la luz,

una antorcha

avara y posesiva

buscando pisadas

en la nieve.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 2 de noviembre de 2005

Ser o no ser poeta

"Para escribir poesía hay que abrirse al mundo, hay que leer. Hay que atreverse a matar un mal verso para parir un buen poema" Paul Valery.
Hay que salir del agujero de uno mismo, abrir los ojos y el alma, aprender de los que caminan por ella y la enaltecen; hay que respetarla.
Mi admirado Jaime Sabines —poeta nacido en Tuxla Gutiérrez, Chiapas, México, en 1926— dijo: “La libertad se adquiere, paradójicamente, con el mayor rigor y la mayor disciplina. Así es la creación poética. Alguna vez dije que era un ejercicio impúdico, en el que el hombre se tiene que desnudar para escribir. El poeta tiene que darse totalmente en cuerpo y alma. Entonces hay que dejar muchísimo para escribir. No es cuestión de que le dicten a usted todos los poemas. Hay que tener el oído bien despierto, alerta los ojos y toda la piel al descubierto, y escribiendo aprender a escribir, como el nadador que quiere llegar a nadar bien y tiene que meterse al agua todos los días; ése es el hecho de escribir, el ejercicio de escribir, la disciplina de escribir. Sólo a través de muchos años se van obteniendo resultados, únicamente cuando se ha hecho una buena siembra se van cosechando productos consistentes.”
Juan Gelman (Buenos Aires, Argentina, 1930) se expresó en igual sentido: “En realidad ningún poema se termina nunca. Como decía Octavio Paz, el poema no se termina sino que se abandona. La corrección es lícita y necesaria. Yo solía escribir todas las noches, desechaba lo que no me parecía bien, sobre todo cuando veía que asomaba la maquinita de la poesía. En general he escrito series de poemas que se convirtieron en libros o no pero en el término de unos dos o tres meses. Tirar significa eso: tirar a la basura. Pero no hay arrepentimiento.”
Empaparse de esa fe y ese respeto es la única manera de sentir y escribir poesía.

Esculpimos allí,

con música y ascuas,

la noche –bloque de mármol-

entre caricias.

Me conmueve el recuerdo

de tu lenta piel blanca,

tu mano abandonada en mi mano,

el plomo de tus ojos atados,

la dispersa claridad de nuestras voces.

Hoy siguen allí las olas del tiempo,

aquel galeón sin amarras,

y más allá -escrito en el agua-

el recuerdo de tu arena malvada,

de tu lengua de sótano buscando

la ceniza de mis piernas.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 18 de octubre de 2005

jueves, noviembre 10, 2005

Arquitectura Efímera

miércoles, noviembre 09, 2005

Muerto del todo

..como quienes pelean en la guerra para

no matar, y a la vez, mantenerse vivos.

A Juan Pedro Sanmartín

Era el tuyo un rincón de olvido,

viejo olmo centenario,

hoy abatido y muerto.

Nada evitó -Gran Capitán-

tu golpe de acero

al caer desplomado.

Dos siglos de pueblo y pólvora,

y tanta dureza acumulada

en tu vestidura podrida.

Hambre y dolor escondías

bajo aquel cuerpo de leña.

Tu sueño inerte soporta ahora

la indolencia de cuantos pasan.

Quizá queden, en el hueco

que dejas –ya tiradas-

algunas lágrimas grabadas,

y -a qué mentir- alguna bala.

En ti ya no sonará la cigarra,

ni aquella canción de verbena,

mitad metal, mitad madera.

Tú, que guardabas en tus manos

amputadas un alfabeto de truenos,

escuchas hoy la sorda voz

de la indiferencia humana.

Que no sea en balde

tu excavada muerte,

árbol de rugosa ternura.

Y que las flores de la vida,

que no te tocaban, caigan

en el foso que abandonas.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 3 de noviembre de 2005

Haiku (Jordi Climent)

!qué roja estás! ¿tomaste demasiado el sol, libélula?

Angel González

"la poesía es forma y esa forma hay que aprenderla por la lectura".

martes, noviembre 08, 2005

Inspiración dormida

Llegas a la isla inmóvil de la noche

con sílabas templadas en la lengua

-ardientes estrellas, orillas arrogantes,

alhajas de papel dormidas-

regalos aún por abrir en tu boca.

En la mañana querrás reunirlas todas,

pero desconoces aún cómo encontrar

la entrada de esa cueva inhóspita

-voz confusa- donde las palabras

se agotan en su propio galope traidor.

Ajena a sus carceleros,

condenada por el ego de un juez,

con sus pechos de diosa,

tu mano muerta.

El camino del desamparo

-incierta voz de viento-

te condujo hasta ellas,

y van disipándose sin apenas infierno.

Inapelable condena,

a veces el destino de tus emociones

no se aviene al azote fértil del ingenio

y queda –como gota temblando-

muerto en un cofre perdido,

sintiendo el frío atroz de la indolencia,

esa sustancia imperfecta.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 26 de octubre de 2005

lunes, noviembre 07, 2005

Haiku

¡Qué increíble! todo lo que hay dentro de un lapicero.

© Bernardo Bersabé

sábado, noviembre 05, 2005

Jacinto Benavente

"No hay ninguna lectura peligrosa. El mal no entra nunca por la inteligencia cuando el corazón está sano".

miércoles, noviembre 02, 2005

Humilde Idioma

A Chantal Maillard “...decir de más una cosa es tan de inhábilescomo no decirla del todo” J. L. Borges

Palabras blandas,

alteráis con vuestra niebla

el silencio valeroso.

Palabras de aparente sabiduría,

iluminadas con timidez

por un fulgor breve.

Palabras rumor

-la alta voz de los presos-

plegada bandera transparente.

Palabras cáncer terminal,

sobrevivís cauterizadas

por el fuego del rigor.

Palabras literatura

-arte enmudecido-

encerradas en vuestra propia virtud.

Palabras filtro,

diccionarios cadavéricos

de la metáfora.

Palabras altivas:

único, zanjado, perfecto...

implorando sabidurías solemnes.

Palabras piedra

-la vanidad del estilo-

inmóviles en una cordillera.

Palabras limón,

en cuyas rugosidades

se esconde la verdad.

Palabras lectura en silencio,

síntoma venturoso

de discreción tácita.

Palabras destinadas al fracaso

-intolerancia, maldad, soldado-

harina de áspero trigo.

Palabras políticas,

que escondéis dulcemente

vuestras garras de ladrón.

Palabras flor de plástico,

tan útiles e inalterables,

tan reflejo del mundo de hoy.

“Palabras de amor”,

tantas veces ocultas

tras las cancelas del usufructo.

Palabras paz,

combatís desnudas, en el fortín

de la libertad desterrada.

Palabras libres

que no sois sonido,

sino experiencia.

Palabras esenciales,

cabríais todas en una

barra de incienso.

Palabras que sois arte

y sois también vida,

pertenecéis a un mundo

-subordinado de la excelencia-

que profetiza vuestra muerte

y, absorto en su cortejo provechoso,

trata de enamoraros olvidando

el delicado valor de lo imperfecto.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 28 de octubre de 2005

martes, noviembre 01, 2005

Heridas de la luz

Heridas de la luz,

caminos lentos por donde

anduvieron nuestros cuerpos.

Un deseo que creció bajo los ojos

de cualquier madrugada.

Allí siguen los objetos

que oyeron el sonido

de la lujuria en la penumbra,

el ancho lecho en que

ardieron los astros,

los minutos que se fueron

cayendo de tus manos.

Después, las calles

se olvidaron de los ecos.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 15 de septiembre de 2005