miércoles, noviembre 09, 2005

Muerto del todo

..como quienes pelean en la guerra para

no matar, y a la vez, mantenerse vivos.

A Juan Pedro Sanmartín

Era el tuyo un rincón de olvido,

viejo olmo centenario,

hoy abatido y muerto.

Nada evitó -Gran Capitán-

tu golpe de acero

al caer desplomado.

Dos siglos de pueblo y pólvora,

y tanta dureza acumulada

en tu vestidura podrida.

Hambre y dolor escondías

bajo aquel cuerpo de leña.

Tu sueño inerte soporta ahora

la indolencia de cuantos pasan.

Quizá queden, en el hueco

que dejas –ya tiradas-

algunas lágrimas grabadas,

y -a qué mentir- alguna bala.

En ti ya no sonará la cigarra,

ni aquella canción de verbena,

mitad metal, mitad madera.

Tú, que guardabas en tus manos

amputadas un alfabeto de truenos,

escuchas hoy la sorda voz

de la indiferencia humana.

Que no sea en balde

tu excavada muerte,

árbol de rugosa ternura.

Y que las flores de la vida,

que no te tocaban, caigan

en el foso que abandonas.

© Bernardo Bersabé

Madrid, 3 de noviembre de 2005