Heridas de la luz
Heridas de la luz,
caminos lentos por donde
anduvieron nuestros cuerpos.
Un deseo que creció bajo los ojos
de cualquier madrugada.
Allí siguen los objetos
que oyeron el sonido
de la lujuria en la penumbra,
el ancho lecho en que
ardieron los astros,
los minutos que se fueron
cayendo de tus manos.
Después, las calles
se olvidaron de los ecos.
© Bernardo Bersabé
Madrid, 15 de septiembre de 2005
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home