Inspiración dormida
Llegas a la isla inmóvil de la noche
con sílabas templadas en la lengua
-ardientes estrellas, orillas arrogantes,
alhajas de papel dormidas-
regalos aún por abrir en tu boca.
En la mañana querrás reunirlas todas,
pero desconoces aún cómo encontrar
la entrada de esa cueva inhóspita
-voz confusa- donde las palabras
se agotan en su propio galope traidor.
Ajena a sus carceleros,
condenada por el ego de un juez,
con sus pechos de diosa,
tu mano muerta.
El camino del desamparo
-incierta voz de viento-
te condujo hasta ellas,
y van disipándose sin apenas infierno.
Inapelable condena,
a veces el destino de tus emociones
no se aviene al azote fértil del ingenio
y queda –como gota temblando-
muerto en un cofre perdido,
sintiendo el frío atroz de la indolencia,
esa sustancia imperfecta.
© Bernardo Bersabé
Madrid, 26 de octubre de 2005
1 Comments:
No se, a mi no me sale en mi propio blog....habrá que irse depurando, todo a la vez es damasiado pedir. Un beso.
8:43 p. m.
Publicar un comentario
<< Home