martes, febrero 07, 2006

Francisco Ayala

Rara vez las explicaciones del artista acerca de su arte resultan de verdad aclaratorias para los demás. En ese hecho, siempre repetido, se ha querido ver una comprobación de la tesis que proclama inconsciente el genio creador; frente a sus frutos, el individuo que le sirve de soporte se hallaría, después del rapto, en el mismo estado de atónito desconcierto que el más ajeno de los espectadores; de ahí su inhabilidad para dar cuenta cabal de su propia obra.

1 Comments:

Blogger Bernardo Bersabé said...

si es que puedo arrogame el término artista (lo cual me parecería, cuando menos imprudente) no tendría más merito que el de ser esclavo y señor de aquello que transcurre delante de mí. Un beso.

12:29 p. m.

 

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