Juan Ramón Jiménez
No te acerques más, árbol
que si tus hojas secas
se prenden en el ascua
de mi corazón
arderá todo el mundo.
Quédate en ti lo mismo
que un perro enfermo, árbol,
contempla con sosiego
la puesta de este sol,
y sé buen guardián
de tu bosque.
Tú has sido para mí,
el bosque todo, tú, el amigo
natural.
* Poema inédito, recientemente aparecido en una carta dirigida a Gerardo Diego.
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